El aprendizaje activa utiliza la capacidad de interactividad del estudiante. Con menos tiempo de lectura los estudiantes están esperando aprender por medio de la colaboración y la exploración de una manera en donde la enseñanza tradicional no es mas la metodología. Usando el aprendizaje activo en la educación ha resultado en maravillosos resultados en cuanto un mejor conocimiento y retención.
Lee el articulo completo acerca del aprendizaje activo y como puedes implementarlo en tus lecciones.
El aprendizaje activo es un método de enseñanza que funciona de maravillas. Piense en algunas cosas que haya aprendido. Cómo conducir, cómo cambiar un neumático o cómo preparar una comida. Es posible que primero lo haya sido instruido uno de sus padres. O quizás miró un video que muestra cómo hacerlo. Sin embargo, fue a través del proceso de cambiar ese neumático cómo realmente adquirió las habilidades. Al hacerlo, se involucró en el aprendizaje activo.
No todos los métodos para fomentar el aprendizaje son iguales. Durante décadas, el método elegido consistía en impartir clases tipo cátedra a estudiantes sentados en filas de pupitres. Ahora ya sabemos que el aprendizaje activo es mucho más eficaz.
El aprendizaje activo es lo opuesto a las clases pasivas (y pasadas de moda) impartidas por el docente. El enfoque de la vieja escuela ejemplificaba la teoría de la transmisión de la enseñanza. El instructor tenía conocimientos. Su trabajo era transmitir ese conocimiento. Y el papel de los estudiantes era escuchar pasivamente y absorber el conocimiento.
El modelo rector actual es el constructivismo. El trabajo de los estudiantes es participar en la construcción del conocimiento. El papel del instructor consiste en facilitar ese camino. Alentar a los estudiantes a que participen en la construcción del conocimiento genera una comprensión más profunda. Fomenta el pensamiento crítico y desarrolla habilidades para resolver problemas. A fin de lograrlo, se requieren técnicas de aprendizaje activo.
Definición de aprendizaje activo
Los estudiantes se involucran en el aprendizaje activo cuando participan en el proceso de aprendizaje. La definición académica ampliamente aceptada proviene del investigador Michael Prince. “El aprendizaje activo se define, en términos generales, como cualquier método de instrucción que involucra a los estudiantes en el proceso de aprendizaje. En pocas palabras, el aprendizaje activo requiere que los estudiantes realicen actividades de aprendizaje significativas y piensen en lo que están haciendo”.1 Simple, ¿verdad? Sin embargo, el aprendizaje activo es mucho más que eso.
El objetivo del aprendizaje activo consiste en que los estudiantes se involucren personalmente con el material, participen en la clase y colaboren unos con otros. Por lo tanto, el aprendizaje activo se suele definir por las actividades que realizan los estudiantes para construir conocimiento y entendimiento. Las actividades en sí varían. Sin embargo, todas impulsan a los estudiantes a pensar tanto en el trabajo que están haciendo como en el fin que hay detrás de él.2 Esto mejora el pensamiento de nivel más elevado. Por ejemplo, evaluar, crear y analizar; todo eso es fundamental para la aplicación del conocimiento en el mundo real.
Cambiar los métodos de enseñanza
La clave del aprendizaje activo está en que los instructores involucren a los estudiantes en el proceso de aprendizaje. El aprendizaje activo no ocurre por sí solo. Los docentes deben “crear un entorno de aprendizaje que lo haga más propenso a que suceda”.3 Para los propios docentes formados en los métodos de la vieja escuela, la implementación de tácticas de aprendizaje activo requiere un cambio de perspectiva. Ya no pueden pretender que los estudiantes simplemente escuchen y memoricen. Por el contrario, deben idear formas de incluir a los estudiantes en el proceso de aprendizaje.
En los Estados Unidos, la educación superior está a la vanguardia de esta transición. Los instructores se fueron adaptando al aprendizaje activo durante más de una década. Hasta la fecha, más de 200 universidades estadounidenses han implementado aulas de aprendizaje activo.4
Muchas instituciones, como Stanford y la Universidad de Minnesota, cuentan con iniciativas para capacitar a los instructores en prácticas de aprendizaje activo. Las escuelas primarias y secundarias están respondiendo con rapidez a las pruebas que respaldan el aprendizaje activo. En 2018, un colaborador educativo de Forbes escribió que la principal tendencia de aprendizaje desde el jardín de infantes hasta la escuela secundaria eran los espacios de aprendizaje activo.5
Enseñar mediante el aprendizaje activo significa lo siguiente:
- Convertirse en facilitador y guía.
- Fomentar el pensamiento independiente, crítico y creativo.
- Centrarse en el por qué más que en el cómo del aprendizaje.
- Alentar la colaboración eficaz.
- Transformar a los estudiantes de oyentes pasivos a participantes activos.
- Desarrollar e implementar actividades interactivas y centradas en los estudiantes.
La transición de la instrucción a la construcción significa que los docentes deben ceder las riendas y dejar de controlar todo el aprendizaje. Para los estudiantes acostumbrados a escuchar pasivamente y tomar notas, el cambio también puede representar un desafío. Por un lado, es posible que disfruten la mayor libertad. Pero, por otro lado, algunos detectarán que, en realidad, tienen más responsabilidades. Algunos estudiantes estarán inmediatamente a la altura del desafío. Otros necesitarán más apoyo en la transición.
El aprendizaje activo en acción
Muchos tipos de actividades de enseñanza facilitan el aprendizaje activo. Desde el aprendizaje a través del juego y el basado en proyectos, hasta el trabajo en grupo y el aprendizaje basado en tecnología. Si los estudiantes participan en el proceso de aprendizaje a través de la experiencia, eso constituye aprendizaje activo.
Las estrategias de aprendizaje activo incluyen pedir a los estudiantes que:
- Demuestren un proceso
- Analicen un argumento
- Lleven a cabo experimentos
- Apliquen un concepto a una situación del mundo real
- Realicen ejercicios escritos cortos
- Participen en la resolución de problemas
- Lleven a cabo investigaciones y presenten los hallazgos
- Debatan los conceptos con sus compañeros
- Participen en simulaciones del mundo real
- Mantengan un debate
- Creen videos
- Realicen viajes de estudio reales o virtuales
- Trabajen de forma colaborativa
Incorporar el aprendizaje activo en un programa de estudios basado en clases tipo cátedra puede representar un desafío. Dos métodos han demostrado ser útiles: la clase breve y la clase de escucha activa.6 Para emplear el enfoque de clase breve, el instructor imparte la información en fragmentos cortos. De diez a veinte minutos por vez. A continuación, hace una pausa para que los estudiantes puedan consolidar sus notas, encontrar los datos que faltan y trabajar con sus compañeros para completarlos.
El formato de escucha activa requiere que los estudiantes escuchen atentamente durante periodos cortos, sin tomar notas. A continuación, los estudiantes trabajan en parejas o en grupos reducidos. Juntos reafirman, aclaran y explican el contenido de la clase.
Otras técnicas incluyen lo siguiente:
- Pensar-agrupar en parejas-compartir. Las actividades de pensar-agrupar en parejas-compartir se han convertido en un pilar del aprendizaje activo. Después de una lección, los estudiantes se toman un momento para pensar en el contenido. A continuación, comparten sus reflexiones con uno o más compañeros. El paso final consiste en compartir sus reflexiones con la clase. Durante esta fase final, el instructor interviene como guía, según sea necesario, para aclarar la información.
- Debatir en clase. Utilizar el método socrático para suscitar un diálogo reflexivo promueve el pensamiento de nivel más elevado.
- Debatir en grupos pequeños. Dividir en subgrupos ayuda a que más estudiantes participen de forma activa. Las variaciones creativas incluyen convertir el debate en un juego, una competencia o una tarea.
- Elaborar un “ensayo de un minuto”. Las respuestas escritas cortas constituyen una excelente manera de revisar el material y evaluar la comprensión de los estudiantes.
- Revisar el trabajo de los compañeros. Los estudiantes revisan y comentan el material de los demás.
- Jugar a los roles. Este método puede adaptarse de muchas maneras. Los estudiantes pueden adoptar la perspectiva de personajes ficticios o históricos. Se los puede desafiar a que examinen un tema, una pregunta o una controversia.
- Aprender con juegos. Las actividades competitivas o cooperativas son importantes. Pueden abarcar el espectro que va desde lo tradicional hasta lo creativo. Desde la tecnología mejorada hasta la acción en vivo.
- Formar grupos colaborativos de aprendizaje. A los grupos integrados por varios estudiantes se les encomienda una asignación o una tarea para que trabajen juntos. Podría consistir en cualquier cosa, desde responder una pregunta hasta realizar un proyecto práctico, cualquiera de las cuales podrá tener que presentarse frente a toda la clase.
- Aprender mediante la enseñanza. Los estudiantes adquieren un conocimiento profundo y, a continuación, instruyen a sus compañeros.
Principios clave del aprendizaje activo
Los educadores utilizan siete principios clave para maximizar el impacto del aprendizaje activo.7 Las actividades de aprendizaje activo tienen más éxito si:
Los beneficios del aprendizaje activo
Como célebremente señaló Albert Einstein, “La educación no consiste en aprender hechos, sino en enseñar a la mente a pensar”. El aprendizaje pasivo es más lo primero que lo segundo. Por el contrario, el aprendizaje activo desarrolla el pensamiento crítico y las habilidades para resolver problemas.
Los beneficios del aprendizaje activo en comparación con las clases tradicionales están ampliamente documentados. En doscientos veinticinco estudios, para ser exactos. Por un lado, los resultados de los exámenes mejoraron. Por otra parte, las calificaciones promedio aumentaron en media letra. Por último, las tasas de reprobados disminuyeron en un 55 %. Eso hace que valga la pena repetirlo. Este metaanálisis masivo demostró que en las clases tradicionales, los estudiantes reprobaron con una frecuencia del 55 %. Los autores concluyeron que si esto se aplicara a la comparación de dos intervenciones médicas, obligaría en términos éticos a trasladar a todos los participantes al grupo de resultados positivos.8
Otros estudios han aportado mayor claridad sobre los efectos positivos del aprendizaje activo frente a la clase tradicional.9 Entre estos beneficios se incluyen los siguientes:
- Mayor comprensión y memoria.
- Mayor conocimiento del contenido.
- Mejor pensamiento crítico y capacidad para resolver problemas.
- Actitudes más positivas hacia el aprendizaje.
- Mayor entusiasmo tanto de los estudiantes como de los instructores.
- Mayor desarrollo del pensamiento creativo, de la adaptabilidad, la comunicación y las habilidades interpersonales.
Conclusión: el aprendizaje activo funciona
La investigación lo prueba. El aprendizaje no debe ser una actividad pasiva. Tanto los estudiantes como los docentes prosperan cuando las clases se diseñan con un enfoque activo y centrado en el estudiante. Cuando se invita a los alumnos a participar en la estructuración de su propio aprendizaje, aumentan tanto los resultados finales como la motivación a lo largo del trayecto. Los estudiantes se involucran más en su propio aprendizaje. Además, las habilidades que adquieren los posicionan para una futura carrera profesional y los preparan para la universidad.